En los países desarrollados, los descubrimientos de la CNV relacionados con la detección de la mentira tienen cada vez más peso. Son aplicados para control de aeropuertos, interrogatorios de sospechosos y selección de jurados.
Pero, el conocimiento de la CNV no sólo se ha difundido en las prácticas cotidianas de los profesionales de la seguridad y la abogacía, sino también en las de políticos, directores de empresas, vendedores, personal de atención al público, periodistas, docentes y terapeutas.
Los desarrollos más recientes de la CNV involucran las áreas de la animación computarizada, la realidad virtual y la robótica.
Actualmente, las productoras de películas y series de dibujos animados, recurren a los descubrimientos de la CNV para que las representaciones de las emociones de los personajes sean realistas, y por lo tanto, mucho más convincentes y conmovedoras.
Por otro lado, para que la interacción con agentes humanos virtuales resulte creíble, estos deben representar fielmente los patrones no-verbales de los seres humanos reales.
La CNV también es un elemento importante de la inteligencia artificial, y se han desarrollado robots que pueden interpretar las emociones de sus usuarios y responder “empáticamente” por medio de un software que analiza las expresiones faciales registradas por una cámara de video.